Esta mañana me llevaba una alegría en el embalse de As Forcadas, Valdoviño. Resulta que, según me informaba un paisano, hubo un problema en unos colectores hace unos días y la empresa que gestiona el embalse decidió abir las compuertas para bajar el nivel y proceder a su reparación (por lo menos fué lo que entendí). Por eso estos días Forcadas muestra un nivel inusualmente bajo.
Pero vayamos por partes. Antes del gran momento realizaba una prospección de control a ver como estaba de avanzada la Primavera. Y no encontré odonatos (la mañana estaba fresca) pero sí otro fotogénico personaje en unas matas de Juncus effusus.
Qué, ¿aún no lo véis?
Efectivamente, la primera Ranita de San Antonio (Hyla molleri) de la temporada. Un anuro trepador que se adapta a todo tipo de vegetación densa en nuestra región, ya sean zarzas, tojos, espadañas, sauces o juncos de estera.
Como decía el nivel estaba mucho más bajo de lo habitual en estas fechas. Lógicamente esa brusca bajada no es buena desde el punto de vista ecológico (y menos en el comienzo de la temporada de cría de aves acuáticas!). Pero me proporcionó una oportunidad única, al permitirme prospectar zonas del embalse que normalmente estarían debajo del agua en el mes de Marzo, cuando los tritones se encuentran en pleno proceso reproductor.
Por lo visto muchos de ellos debieron quedarse "atrapados" al bajar el agua y buscaron cobijo donde suelen hacerlo, bajo piedras del fondo, que posteriormente quedaron en seco. Y esta circunstancia tan imprevista me permitió dar con ellos, una tarea que se había vuelto extremadamente difícil en los últimos años.
Es cierto que la mejor forma de observar tritones es por la noche (sobre todo el Jaspeado), pero en los lugares donde son abundantes también podremos detectarlos si sabemos cómo buscar (entre la vegetación sumergida de la orilla, atropellados en las carreteras, o por sus larvas). Y desde la introducción del cangrejo americano el declive de estos hermosos animales es alarmante, por lo que apenas tenía datos de su presencia reciente (un par de bichos atropellados y poco más). Así que fué una alegría para mí ver esto:
Levanté todas las piedras que pude en un área de unos 2000 metros cuadrados de la orilla de "A Rañoa", encontrando un total de 29 Tritones jaspeados (Triturus marmoratus) y 92 palmeados (Lissotriton helveticus), ambas especies frecuentes en grandes puntos de agua como lagunas o embalses (el ibérico es más de pequeños arroyos y fuentes)
Lamentablemente también encontré muchas galerías de Cangrejo rojo, con sus inquilinos incluidos... La gran peste de nuestros humedales, que arrasa todo allí donde vive, aunque milagrosamente parece que ha experimentado un importante retroceso en el último lustro en Forcadas, fenómeno al que no encuentro explicación pero que puede ser simplemente un ciclo de la especie. Aunque la cosa parece que se mantiene y su densidad ha bajado muchísimo con respecto a la segunda mitad de la década pasada..
No obstante su inquietante presencia aún es muy visible en el embalse para desgracia de toda la fauna y flora. Un ejemplar permanecía desafiante en su agujero mientras retrataba el rostro del mal, la imagen que representa como pocas el papel devastador del ser humano con su obsesión enfermiza por traslocar especies alóctonas e invasoras allí donde va.
Una sombra que no oscurece la luz de esta jornada, marcada por las buenas noticias.
Embalse en la zona de "As Cortiñas"
Pero vayamos por partes. Antes del gran momento realizaba una prospección de control a ver como estaba de avanzada la Primavera. Y no encontré odonatos (la mañana estaba fresca) pero sí otro fotogénico personaje en unas matas de Juncus effusus.
Qué, ¿aún no lo véis?
Efectivamente, la primera Ranita de San Antonio (Hyla molleri) de la temporada. Un anuro trepador que se adapta a todo tipo de vegetación densa en nuestra región, ya sean zarzas, tojos, espadañas, sauces o juncos de estera.
Ranita de San Antonio (Hyla molleri)
Como decía el nivel estaba mucho más bajo de lo habitual en estas fechas. Lógicamente esa brusca bajada no es buena desde el punto de vista ecológico (y menos en el comienzo de la temporada de cría de aves acuáticas!). Pero me proporcionó una oportunidad única, al permitirme prospectar zonas del embalse que normalmente estarían debajo del agua en el mes de Marzo, cuando los tritones se encuentran en pleno proceso reproductor.
Por lo visto muchos de ellos debieron quedarse "atrapados" al bajar el agua y buscaron cobijo donde suelen hacerlo, bajo piedras del fondo, que posteriormente quedaron en seco. Y esta circunstancia tan imprevista me permitió dar con ellos, una tarea que se había vuelto extremadamente difícil en los últimos años.
Tritones palmeados (Lissotriton helveticus), hembra (izda) y macho (drcha.)
Es cierto que la mejor forma de observar tritones es por la noche (sobre todo el Jaspeado), pero en los lugares donde son abundantes también podremos detectarlos si sabemos cómo buscar (entre la vegetación sumergida de la orilla, atropellados en las carreteras, o por sus larvas). Y desde la introducción del cangrejo americano el declive de estos hermosos animales es alarmante, por lo que apenas tenía datos de su presencia reciente (un par de bichos atropellados y poco más). Así que fué una alegría para mí ver esto:
Tritones jaspeados (Triturus marmoratus)
Levanté todas las piedras que pude en un área de unos 2000 metros cuadrados de la orilla de "A Rañoa", encontrando un total de 29 Tritones jaspeados (Triturus marmoratus) y 92 palmeados (Lissotriton helveticus), ambas especies frecuentes en grandes puntos de agua como lagunas o embalses (el ibérico es más de pequeños arroyos y fuentes)
Tritones jaspeados y palmeados junto a galería de Cangrejo rojo
Lamentablemente también encontré muchas galerías de Cangrejo rojo, con sus inquilinos incluidos... La gran peste de nuestros humedales, que arrasa todo allí donde vive, aunque milagrosamente parece que ha experimentado un importante retroceso en el último lustro en Forcadas, fenómeno al que no encuentro explicación pero que puede ser simplemente un ciclo de la especie. Aunque la cosa parece que se mantiene y su densidad ha bajado muchísimo con respecto a la segunda mitad de la década pasada..
Sal de ahí inmediatamente, insensato!!
No obstante su inquietante presencia aún es muy visible en el embalse para desgracia de toda la fauna y flora. Un ejemplar permanecía desafiante en su agujero mientras retrataba el rostro del mal, la imagen que representa como pocas el papel devastador del ser humano con su obsesión enfermiza por traslocar especies alóctonas e invasoras allí donde va.
Cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii)
Una sombra que no oscurece la luz de esta jornada, marcada por las buenas noticias.