Tras las intensas lluvias de Agosto el embalse de Forcadas muestra un nivel hídrico más alto de lo habitual pero hay suficientes bancos de fango para dar cobijo a las aves limícolas migrantes. Esta mañana había ya 7+ agachadizas y 2+ andarríos grandes en las dos paradas que hice.
Dediqué un buen rato a su fotografía, aunque la luz de la mañana era lateral, casi de contraluz por momentos. Eso cuando los bichos no estaban en zona de sombra.
La agachadiza es un ave tímida, pero más tranquila que el andarríos grande. Una vez que las conoces se dejan fotografiar bastante bien, siempre que te muevas lentamente (y no vayas con un polar rojo como van muchos birders ahora).
No me gusta usar toda la focal de la P1000 pero a veces subo a tope para probar. Esa becacina estaría a unos 20 o 30 m, aunque no lo parezca.
Entre las agachadizas apareció también algún andarríos chico. En la imagen se aprecia muy bien la "cuña blanca" que sube entre el ala y el cuello. Este rasgo, visible a mucha distancia, lo diferencia del andarríos grande, también presente en el embalse.
Aunque la luz no era nada buena pude disfrutar a placer con la actividad de las becacinas (o narcexas, como también se denominan en gallego).
No tardó en aparecer un andarríos grande (Tringa ochropus).
Sigo esperando por los bastardos (Tringa glareola), que este año se están haciendo de rogar. Pero los grandes se observan con mucha facilidad.
Otra "especialidad" de Casa Forcadas es el martín pescador. No cría en el embalse pero es fácil de observar durante gran parte del año.
Eso sí, el entorno es de todo menos bonito. Mejor no levantar mucho la vista...
Mis visitas al embalse resultan siempre muy tranquilas y relajadas. Me lo tomo como parte de la terapia de recuperación, paseando y en contacto con la Naturaleza.
Estamos en Septiembre, el mes de la migración por antonomasia. Ahora hay que salir al campo todo lo que se pueda. Cada día puede traer una sorpresa.
Dediqué un buen rato a su fotografía, aunque la luz de la mañana era lateral, casi de contraluz por momentos. Eso cuando los bichos no estaban en zona de sombra.
Agachadizas comunes (Gallinago gallinago)
Nikon P1000 focal 1500 mm ISO:900 V:1/320 F:5,6
La agachadiza es un ave tímida, pero más tranquila que el andarríos grande. Una vez que las conoces se dejan fotografiar bastante bien, siempre que te muevas lentamente (y no vayas con un polar rojo como van muchos birders ahora).
Agachadizas comunes en zona de sombra
No me gusta usar toda la focal de la P1000 pero a veces subo a tope para probar. Esa becacina estaría a unos 20 o 30 m, aunque no lo parezca.
Agachadiza alimentándose en aguas someras
Nikon P1000 focal 3000 mm ISO:500 V:1/500 F:8
Entre las agachadizas apareció también algún andarríos chico. En la imagen se aprecia muy bien la "cuña blanca" que sube entre el ala y el cuello. Este rasgo, visible a mucha distancia, lo diferencia del andarríos grande, también presente en el embalse.
Agachadiza (izda) y andarríos chico (Actitis hypoleucos, dcha)
Aunque la luz no era nada buena pude disfrutar a placer con la actividad de las becacinas (o narcexas, como también se denominan en gallego).
Agachadiza común (Gallinago gallinago) acicalándose el plumaje
Nikon P1000 focal 2800 mm ISO:560 V:1/400 F:8
Nikon P1000 focal 2000 mm ISO:360 V:1/320 F:6,3
Agachadizas comunes (Gallinago gallinago)
Nikon P1000 focal 1500 ISO:250 V:1/320 F.5,6
No tardó en aparecer un andarríos grande (Tringa ochropus).
Andarríos grande (Tringa ochropus) y agachadizas
Sigo esperando por los bastardos (Tringa glareola), que este año se están haciendo de rogar. Pero los grandes se observan con mucha facilidad.
Andarríos grande (Tringa glarerola)
Nikon P1000 focal 2000 mm ISO:320 V:1/500 F:6,3
Otra "especialidad" de Casa Forcadas es el martín pescador. No cría en el embalse pero es fácil de observar durante gran parte del año.
Martín pescador (Alcedo atthis)
Eso sí, el entorno es de todo menos bonito. Mejor no levantar mucho la vista...
Lugar de las fotografías (los tres puntos en el centro son las agachadizas)
Mis visitas al embalse resultan siempre muy tranquilas y relajadas. Me lo tomo como parte de la terapia de recuperación, paseando y en contacto con la Naturaleza.
Un servidor en el "observatorio" principal antes de la bajada de nivel
Foto: José Ramón Castro Gómez
Estamos en Septiembre, el mes de la migración por antonomasia. Ahora hay que salir al campo todo lo que se pueda. Cada día puede traer una sorpresa.